Asfixiado por la ley
Veremos
como era la vida de Saulo mientras trataba de vivir de acuerdo a la ley entre
ritos diarios pronunciando numerosas bendiciones a lo largo del dia, la forma
de quitarse la ropa y como dormir, mientra su corazon se iba alejando de DIOS. Era
inevitable que el corazon de Saulo, tan
alejado de DIOS, se dedicara a acciones tambien muy alejadas de El.
SEÑOR, perdonanos cuando actuamos como fariseos. Haznos sentir conviccion
en el mismo momento que nos apartemos de la ley del amor que tu has escrito en
nuestro corazon. Danos un corazon entregado, no una cabeza llena de religion.
Pablo El MAESTRO Por :
ResponderEliminarBerly castillo santos,Prinipal Comentarista en esta Publicacion.
AbrahamFrancis,y Edwardo P.
Pablo es el ejemplo de cómo nosotros debemos imitar a nuestro Señor y Maestro: un hombre pecador que, a partir de un determinado momento, puso en práctica la entrega total de su vida al Señor y, a través de sus cartas y de su historia, nos marca el camino para que también nosotros lleguemos a experimentar el “Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21).
Uno de los aspectos apasionantes de este estudio es que Pablo explicó y desarrolló la doctrina cristiana desde sus raíces más profundas. Hasta ese momento, lo dicho y actuado por el Señor Jesús y otros apóstoles había presentado en sociedad, por así decirlo, el Evangelio, y también había demostrado el origen divino del Señor y su ministerio. Pero no se había expuesto a fondo, en un sistema orgánico y racional, el fundamento doctrinal del Evangelio. Pablo lo hizo explicando, a partir del Antiguo Testamento, el plan de Dios para la humanidad, centrado en la muerte victoriosa del Señor Jesús y su ensalzamiento al Trono Celestial.
A él le tocó el privilegio de establecer cuáles eran las doctrinas y prácticas que debían manifestar los creyentes de todos los tiempos y que ahora, como entonces, deben tomarse en cuenta en cada Congregación local.
Para esto pablo se despojo de la confianza en sus estudios y capacidades para pedirle al Señor que fundamente su vida en el poder de Dios y la guía del Espíritu.
Aprovechaba los errores y pecados que se producían para dejar enseñanzas claras y precisas sobre los asuntos a los que afectaban. También velaba por los demás, para que no se contaminen. Casi todas las cartas apostólicas fueron escritas en gran medida para denunciar y corregir errores de doctrinas o prácticas.
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Buen comentario Abraham has dicho una verdad muy buena que el Señor de cualquier cosa no da una leccion. Bien
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